lunes, 21 de agosto de 2017

Sobre la imagen

Esta es una síntesis de lo que se expone en:

¿Qué es una imagen? 

El término imagen es utilizado en múltiples contextos y con diversos sentidos: se hace referencia a imágenes fijas tales como las fotografías, las pinturas, los afiches, posters, los graffitis o las publicidades gráficas; también se identifican imágenes en movimiento, por ejemplo las películas, los programas de televisión, los videojuegos o las reproducciones de una cámara de vigilancia. Además, se suele hablar de imágenes mentales e imágenes literarias, de la imagen pública que tiene una persona o la imagen de una empresa o una marca. Desde el estampado de una remera o un collage hasta una pintura rupestre o un paisaje de la naturaleza (una montaña, un lago, etc.) se nombran con un mismo término: imagen. En esta capacitación nos centraremos en las imágenes fotográficas.




Laura Malosetti Costa –argentina, historiadora de arte– dice que las imágenes visuales son “estímulos para la sensibilidad y la inteligencia”. Son “vectores visibles de ideas, emociones y relaciones entre los hombres”. “Los poderes de las imágenes han sido ampliamente reconocidos y utilizados como instrumentos de persuasión y dispositivos de poder".


Las imágenes son poderosos vehículos de transmisión de ideas, valores, emociones. Cumplen diversas funciones: aportan información y conocimientos, generan adhesión o rechazo, movilizan afectos, proporcionan sensaciones, generan placer o disfrute. 


Una vía interesante para incorporar las imágenes a las prácticas pedagógicas es concebirlas como llaves antes que como obstáculos para el conocimiento. Susan Buck-Morss dice que las imágenes pueden concebirse como “unos potentes prismáticos”, intensificando la experiencia, iluminando realidades que de otro modo pasarían inadvertidas. 

Un rasgo central de las imágenes es su ambigüedad, su polisemia, su apertura a múltiples significados nunca dados de antemano. Podemos afirmar que no es posible asignarle a la imagen un único significado, dado que cada persona que recibe una imagen le asignará diversos sentidos según su contexto cultural. Los significados posibles de la imagen terminarán de completarse, entonces, en el momento de la mirada del espectador. La polisemia de las imágenes nos lleva, por lo tanto, a otro tópico: su controvertido vínculo con las palabras. 

Imágenes y realidad: ¿Las imágenes representan, imitan, se asemejan, se acercan, se parecen a la realidad? ¿Las imágenes deben proponerse reproducir el mundo de la manera más fiel posible? ¿La cercanía con la realidad les otorga a las imágenes legitimidad o credibilidad?


Un concepto clave es el de representación: las imágenes no reflejan, ni replican, ni son copias fieles de la realidad sino que la representan. Al incluir el concepto de representación se está afirmando que lo que vemos en las imágenes –sean éstas fotográficas, televisivas, cinematográficas, pictóricas, etc.– es una versión posible de la realidad, pero no es la realidad con mayúsculas, única e indiscutible. Las imágenes están producidas por sujetos; por eso, no podemos desentendernos de la intervención y de la decisión de las personas a la hora de capturar, filmar, pintar, grabar, encuadrar, recortar, editar, etcétera.

Fotografía intervenida, fotomontaje (meme)


Fotografía original fotograma de la película "El Joven maños de tijera"
Es cierto que las imágenes remiten a un contenido, hablan de objetos y se vinculan con cosas “reales”, pero, además de ofrecernos un objeto, nos están dando la percepción de ese objeto, además de mostrarnos un mundo, nos proponen una forma de ver ese mundo (Quintana, 2003) Las imágenes fundan significados, poseen la capacidad de crear sentidos. 


Actos de ver 



Las fotografías funcionan como importantes vehículos de transmisión de emociones, ideas, valores. Además de aportar información y conocimientos promueven diferentes reacciones: generan rechazo o adhesión, provocan sensaciones diversas, despiertan y movilizan afectos, causan miedo, placer, risa, llanto, incomodan.

A partir de esa potencialidad, de esa confianza depositada en el poder fáctico de lo visual, suele afirmarse con frecuencia que “una imagen vale más que mil palabras” dando por sentado que las imágenes instantáneamente producen el efecto buscado en forma inmediata y de manera uniforme/ unívoca. 

Cuestiones de importancia para pensar y abordar el trabajo con imágenes/ fotografías:
• Por un lado, existe una grieta entre ver y saber, una distancia importante que debemos considerar ya que la foto nos dice “eso ha sido”, no nos dice “esto quiere decir” tal cosa. Por el otro, ese acto de ver, ese ejercicio visual, esa percepción o apreciación de una imagen depende de nuestro propio modo de ver. Dicho sencillamente: “no todos ven (vemos) lo mismo”. En la medida en que nunca observamos sólo una foto (una cosa), es decir, siempre miramos la relación entre las fotos (las cosas) y nosotros mismos,cada uno le otorga un sentido a la imagen, la carga de significados, la interpreta a partir de poner en juego, de involucrar aspectos visuales, cognitivos, emocionales, sensitivos, estéticos, ideológicos. 

• Finalmente, se soslaya que la fotografía no tiene significado en sí misma sino que su sentido es exterior a ella. La foto en sí se valoriza cuando entra en circulación social, y a su vez su significado, su sentido, cambia, muta, se resignifica según el contexto en el cual es vista y presentada la imagen, lo que implica que los significados posibles de la misma terminarán de completarse con la mirada del espectador. Desde esta perspectiva es que debemos interrogarnos acerca de cuáles son los procesos, los saberes y disposiciones que les permiten a las personas en general y a los estudiantes en particular, encontrar y construir sentido en lo que ven, considerando asimismo qué papel le cabe a los educadores en dicha construcción.


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